Por Rogério Manzano
5 de Mayo de 2012
No quiero escribir estas líneas cegado por la pasión, pero tampoco puedo hacerlo sin dejar de apasionarme. Pedro Luis Lazo, el gran pitcher pinareño, acaba de firmar un contrato profesional para debutar en la Liga Mexicana de Béisbol con los Piratas de Campeche.
Pudiera parecer fenomenal, y hasta ponderable, que uno de los sublimes héroes de la pelota cubana después de 1962 reciba la oportunidad de probarse en un circuito profesional. Lo abominable, lo imperdonable, lo triste, es que lo haya podido lograr a los 39 años, cuando ni siquiera parece un atleta de verdad, sino el reflejo de una leyenda que cuelga de las hojas de un almanaque de historia deportiva.
Quizás fue mejor tarde que nunca, dirán. Pero, cuando la oportunidad llega de la mano de quien ha censurado tu libre albedrío, de quien ha controlado tu libertad personal, de quien ha condenado tus propias decisiones, la opción pierde el derecho de ser una elección individual para convertirse en un lastimoso insulto de hipocresía.
Peor, Pedro Luis Lazo ni siquiera ha recibido la validación espontánea de una indemnización exigida por su entrega incondicional, lo que ha recibido son las migajas del “béisbol revolucionario” como premio a su actitud obediente con el sistema político-deportivo que lo formó.
En la vida no hay hombres valientes, ni hombres cobardes. Simplemente los hombres toman ciertas determinaciones en circunstancias concretas y luego otros las califican, en dependencia del punto de vista que tenga cada cual.
No puedo juzgar a Pedro Luis Lazo por haber permanecido en Cuba. Sencillamente su carrera deportiva es el resultado de su pronunciamiento más íntimo ante una circunstancia muy particular. Nadie le puso una pistola en el pecho para que se quedara en la Isla, se sometiera al escrutinio ideológico de los que gobiernan el béisbol cubano y aceptara sus condiciones, como tampoco nadie lo amenazó para que dejara atrás a su querido Pinar del Río y saliera a desafiar los misterios de la vida o a retar los demonios del destino.
¿Pudo Pedro Luis Lazo haber sido una súper estrella de Grandes Ligas? No lo sabremos nunca, porque él prefirió “jugar al seguro” en la Serie Nacional antes que intentar lo desconocido, pese a que su decisión, reitero, vale un universo de respeto.
En cambio, es difícil de aceptar todo esto cuando se escuchan esas historias de Pedro Luis Lazo visto en el lobby de un hotel en Taiwán vendiendo su uniforme, después de un torneo internacional, para regresar con unos dólares extras a Cuba y aliviar sus miserias materiales. No me imagino a David “Big Papi” Ortiz intentando negociar su jersey después del Clásico Mundial para conseguir el dinero con que arreglar el techo de su casa en República Dominicana.
Es probable que algunos todavía salten llenos de esperanza por esta sorprendente “apertura” del béisbol cubano de permitir a uno de sus jugadores insignes firmar con un club de una liga profesional. Pero, ¿cuál es el sentido de regalarle un par de gafas a un ciego?
Lo único histórico en este caso, es que Pedro Luis Lazo se ha convertido en el primer lanzador de Series Nacionales que firma un contrato profesional sin abandonar Cuba y con la anuencia del gobierno local; aunque es bueno aclarar que no fue el primer jugador, pues a Omar Linares le corresponde esa primicia cuando fue autorizado a vestir el uniforme de los Dragones de Chunichi, en la liga profesional japonesa, en 2002.
En la vida, ningún hecho nos ocurre de forma fortuita o al azar, todo no es más que una cadena de acontecimientos predeterminados que guardan el objetivo de llevarnos a entender el sentido de la existencia. Es posible que ahora, al final de su carrera beisbolística, Pedro Luis Lazo comprenda muchas cosas que no entendió en su momento, sobre todo que pudo haber amainado sus miserias materiales de la mejor manera que siempre supo hacerlo, desde la lomita de lanzar. No sabemos aún qué por ciento de su sueldo tendrá que entregarle a Cubadeportes, pero al menos le quedará el consuelo de que esta vez no tendrá que pararse en el lobby de un hotel a vender la tela de su uniforme por unos dólares de más.
Eso es verdad Pedro Luis Lazo recibio las migajas del beisbol revolucionario le permiten ya jugar en el beisbol profesional a los 39 anos cuando sus mejores anos lo dejo sirviendo a un objetivo que no tenia lojica ni la ha tenido nunca ,lanza de relevista para los piratas de campeche de la liga mexicana de beisbol que lastima que no pudo desarrollar sus habilidades en otra clase de beisbol en sus anos mas jovenes.
Lo que tu no entiendes y jamás entenderás es que la dignidad vale más que todo el dinero del mundo… Pedro Luis Lazo es una leyenda y es un honor tenerlo en México y verlo jugar como uno de los máximos exponentes del la Pelota Revolucionaria; ese cuento del uniforme en Taiwan es una gran mentira, Lazo rechazó contratos millonarios de las grandes ligas a cambio de defender los colores de su Patria… esos son hombres.
Hola mis respetos por este sitio sin dudas muy completo.
Me gustaría que rectificaras la palabra azahar en el último párrafo de esta página, en realidad es azar.
es una lastima encontrar un sitio bastante completo y con la mente tan envenenada, sera que no es posible separar el deporte de la politica. Pero bueno parece que para Rogério Manzano eso es imposible y por eso es que no comprende a Lazo. Es una lastima Rogerio que no comprendas que la pasion (beisbol) no la dominan los dirigentes, eso logobierna el pueblo hy por eso es que queremos tanto a lazo y tuvimos madurez para recibir a Contreras de nuevo, aun despues de habernos abandonado en medio de un torneo.
Nada socio que por suerte seguimos contando con peloteros de la talla de lazo y mas suerte todavia de tener a gente de tu talla que los hace crecerse mas.
nota: alexei da lo mismo azahar que azar, da lo mismo la mierda es mierda aunque sea un poco mas dura
Amigo Rogelio, me alegra tener lectores tan inteligentes y revolucionarios como tú… y hablando de mentes envenenadas… ¿no te parece que al que se le ocurrió hacerle esto a nuestros peloteros tiene la mente más envenenada que la mía?
http://www.beisbolcubano.cu/home/news.asp?idNews=31486
Como dices Rogerio, nadie le ha hecho nada a nadie, los que se quisieron quedar en el exterior se quedaron y probaron su suerte, otros como Kindelán, Pacheco y Lazo, decidireon seguir jugando para su pueblo, oportunidad tuvieron de quedarse fuera y ser buenisimos, pues eran las estrellas del equipo Cuba en todos los torneos internacionales, ¿acaso crees ser mejor porque te fuiste y tienes algunas cosas materiales por encima de los que se quedaron en Cuba haciendo peruiodismo?. Recuerda a Martí cuando dijo: el hombre no mira de que lado se vive mejor sino de que la do está el deber. Por cierto habemos muchos en Cuba que pensamos así.