Por Rogério Manzano
30 de Agosto de 2013
Cuba no podrá asistir a la Serie del Caribe porque a los americanos no les da la gana. Al menos, en términos muy simples, es lo que dice la prensa oficial de La Habana, y lo repiten todos los simpatizantes (o no) de la izquierda castro-comunista en cualquier blog o publicación que existe en internet.
Para no aburrir, una vez más los americanos son los causantes de otra desgracia cubana. Lo afirma Cubadebate, lo reitera Granma, lo triplica cualquier otro… se trata del cuento eterno, de la manía perpetua, del pretexto constante, de encontrar un culpable de la ineficiencia, no sólo del fracasado proyecto comunista cubano, sino también de su malogrado sistema deportivo.
Nótese que en Cuba, la culpa de cualquier desacierto siempre, o se la endilgan a un funcionario-burócrata de base, se la achacan al pueblo ingrato, o por supuesto, se la endosan a los americanos malos malísimos.
Por la razón que todo el mundo conoce y que la mayoría acepta de ipso facto, aquellos con apellido Castro (incluídos otros miembros de su círculo más íntimo sin vículo familiar), permanecen continuamente eximidos de responsabilidades, incumplimientos, fallos o yerros cometidos. En su esfuerzo de medio siglo por mantenerse en el poder, pensando y decidiendo en nombre del pueblo (y de los amantes del baseball, debo decir también), ellos se consideran, y muchos los consideran, inocentes del desastre que hoy es Cuba, la Revolución y, por qué no también, la pelota nacional.
Pero, ya ni siquiera me sorprenden. Son tan predecibles los argumentos que, de algún modo, hasta me hacen sospechar que pudo ser perfectamente una estrategia encubada y diseñada en alguna oscura oficina del G-2 cubano. Nadie olvide que en métodos para desviar la atención y fomentar focos de opinión a su favor son expertos. Una lección muy bien aprendida en las aulas de la Stasi y la KGB, por cierto.
A ver, que entre tantas deserciones de peloteros y la notoriedad que están alcanzado algunos de ellos en las Grandes Ligas, así como el desvencijamiento de toda la estructura del campeonato invernal en los últimos tiempos, lo mejor es entretener un rato a los amantes del baseball criollo con un buen “chanchullo”. Una patraña donde el agredido sea Cuba (en este caso su sistema deportivo gubernamental), y el agresor obviamente sea el malévolo Imperio y su mefistofélico “bloqueo”. Cualquier coincidencia con la etapa de la Guerra Fría tómenlo con paciencia y desenfado.
Empero, raya en la tristeza ridícula toda esta situación. Lo peor es que, al inducir tal estado de opinión, mucha gente se traga el cuento sin masticarlo siquiera.
Es cierto que, entre las medias verdades que se han dicho, MLB tomó la decisión de cerrar la entrada de Cuba a la Serie del Caribe. Es un hecho. Estados Unidos es un país donde el respeto de las instituciones a las leyes forma parte de su tradición jurídica. Grandes Ligas es una organización que rige su funcionamiento en concordancia con estas bases jurídicas y en caso de violarlas correría el riesgo de recibir una multa millonaria, punto.
Pero, vamos, es que hay que ser muy estúpido, o hacerse el muy estúpido, para saber desde un principio que si la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe está regida por una empresa estadounidense como MLB, cuyo país tiene y aplica una medida comercial contra Cuba, a quién en su sano juicio se le ocurriría pensar entonces que un negocio que implique transaciones monetarias con el gobierno de la Isla iba a poder fructificar así, por puro amor al béisbol.
Tal vez las neuronas que le quedan a Higinio Vélez en su cabeza no le den para tanto, pero los cerebros que manejan los hilos detrás suyo sí se dieron cuenta de que era una ocasión perfecta para desarrollar una de esas campañitas mediáticas estilo la de los “Cinco Héroes”, pero en formato de telenovela béisbolera e inspirada en la versión bíblica de David y Goliat.
¿Se acuerdan de aquellos pa´trás y pa´lantes iniciales de la Comisión Nacional cubana con respecto a las constantes invitaciones de Juan Francisco Puello a la Serie del Caribe? ¿En realidad creen que eso sucedió así espontáneamente?
Me temo que todo fue un plan fríamente calculado desde el principio. Quién piense que los gobernantes cubanos no preveen todo con anticipación, hasta lo que pasa con la pelota, no podrá jamás entender por qué un sistema de gobierno tan incompetente económicamente, tan ideológicamente obsoleto, tan cruelmente despótico y arbitrario, pueda durar más de medio siglo en el poder sin ser derrocado por su propio pueblo.
Sí, es cierto, los americanos se oponen ahora a que Cuba entre a la Confederación y juegue en la Serie del Caribe, pero…
¿Fueron los americanos quienes expulsaron a Cuba de la Serie del Caribe en 1961 o abandonar el evento fue una decisión arbitraria del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
¿Fueron los americanos quienes se opusieron por más de 50 años a que los beisbolistas cubanos jugaran en ligas profesionales de otros países fuera de MLB o fue una determinación autoritaria del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
¿Fueron los americanos quienes obligaron a Cuba a que aboliera la liga profesional y todo su vigoroso andamiaje estructural para imponer una pelota estatal y burocráticamente insostenible o fue una resolución caprichosa del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
¿Fueron los americanos quienes le llamaron “pelota esclava” al béisbol profesional cubano y ahora quieren esclavizar a sus peloteros enviándolos a otras ligas para que cosechen dólares o fue una sentencia injusta del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
¿Fueron los americanos quienes cambiaron docenas y docenas de veces la estructura, el formato y la organización de la Serie Nacional hasta convertirla en el triste espectáculo que es hoy día o fue un dictamen abusivo del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
¿Fueron los americanos quienes borraron de la historia del béisbol cubano los nombres de Orestes Miñoso, Luis Tiant, Mike Cuéllar, Tany Pérez, René Arocha, Orlando “El Duque” Hernández, Reinaldo Ordoñez y otros cientos más o fue un decreto despótico del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
¿Fueron los americanos quienes censuraron publicar, radiar, televisar o difundir cualquier contenido que tuviera que ver con el béisbol de Grandes Ligas por más de medio siglo o fue una orden demesurada del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
¿Fueron los americanos quienes mutilaron las carreras deportivas de muchos peloteros como Pedro José Rodríguez o Rey Vicente Anglada por delitos que nunca fueron delitos en ninguna parte o fue una decisión temeraria del gobierno y las autoridades deportivas cubanas?
Para los que les gusta consumir la ambrosía ideológica-deportiva del gobierno cubano, supongo que el cacareo con la Serie del Caribe ya les resulte un banquete exquisito. Con el perdón de los que se quieran indigestar con ese mebrillo, yo me voy con mi hambre de béisbol a otra parte.
Excelente artículo Rogerio. La forma más efectiva de tumbar la propaganda mentirosa de las autoridades cubanas es de la manera que tu lo haces, con argumentos sólidos y objetivos. Ellos no son capaces de decir nunca: -mira, nos equivocamos, cometimos un error-, simplemente no admiten sus errores porque si lo dijeran creo que casi todo el mundo lo valoraría positivamente y verían que hay una voluntad real de llevar al beisbol cubano por nuevos caminos para desarrollarlo.
Es muy importante que la gente sepa cuáles son las reales motivaciones que impulsan a las autoridades cubanas a volver a participar en eventos profesionales, ¿es realmente desarrollar nuestro beisbol o echarle mano de paso a todo el dinero que se mueve en este mundo?. Probablemente sea más la segunda opción que la primera, porque cuando se trata de dinero son más capitalistas que nadie, ahí se les olvidan los principios y valores socialistas.
Si quieren que Cuba vuelva a participar en la Serie del Caribe que se sienten a conversar con las autoridades norteamericanas que eso no les va a suponer ninguna humillación ni nada por el estilo, que primen los intereses deportivos por encima de los monetarios y ya verán que las cosas hablandolas tienen solución. Un saludo