Liga Profesional de Verano

Por Rogério Manzano

La contienda invernal de 1945-46 le pegó un fuerte empujón al pasatiempo nacional, cuando parecía que el béisbol profesional fenecia en su capacidad de sostenerse como el entretenimiento preferido de los cubanos de la época.

La Habana quedó entonces como una enorme olla lista para hacer caldo beisbolero. Un grupo de personas devotas al deporte Base se dieron cuenta de ello y aprovecharon la oportunidad.  El resultado:  la fundación de la Liga Profesional de Verano (LPV).

Con la anuencia de Luis Orlando Rodríguez, cabeza rectora de la Dirección General de Educación Física y Deportes (DGEFD), la entidad gubernamental recibió la propuesta con los brazos extendidos y los organizadores prepararon las condiciones a bolsillo abierto.  Se contrataron los servicios de jugadores profesionales de segundo orden y amateurs de primera clase para formar ocho novenas que representarían a tres barrios de la Habana (Cerro, Vedado y Víbora), un municipio de esta misma provincia (Regla) y cuatro importantes ciudades del interior del país (Cienfuegos, Matanzas, Santa Clara y Camagüey).

Figuras de prestigio, como Ignacio Domínguez y Bernardino Rodríguez, se emplearon para ofrecerle el máximo de confianza y seriedad al arbitraje.  Se arrendó el estadio de La Tropical para celebrar los programas de la Habana, y en el interior se trataron de alquilar las mejores instalaciones en las ciudades de Santa Clara, Cienfuegos y Camagüey.  Aunque para el club Matanzas fue imposible rentar el parque de esa localidad, los ejecutivos de la liga determinaron que, por la permanente tradición de esta plaza en el deporte de las bolas y los strikes, participara en condición de equipo “viajero”. También se escogieron cuidadosamente a los mentores, todos con un acreditado aval.

El sábado 13 de abril de 1946 se inauguró, con todo el esplendor que era posible ofrecer en aquellos instantes, la novel justa.  El doctor Arturo Bengochea lanzó la primera bola en presencia de Emilio de Armas, presidente de la Liga y Eloy García, miembro del ejecutivo y representante del club Regla, así como frente a altos funcionarios de la dirección y considerable público. El calendario estableció partidos los martes, jueves, sábados y domingos.

Empero, pese a tan entusiasta inicio, la liza veraniega no pudo escapar de los siempre difíciles problemas económicos. Hacias los días finales del mes de mayo, la novena de Santa Clara pidió retirarse del torneo y casi tres semanas después, el 20 de junio, los siguió el Cienfuegos por los mismos motivos. No obstante, los seis conjuntos que permanecieron combinaron esfuerzos y energías para resistir hasta el final de la lid.

El 22 de julio, a seis días del cierre de la temporada, los agramontinos se habían aferrado con saña al podio de los vencedores y lucían inminentes campeones de la competencia.  Y así fue.  Camagüey se llevó un triunfo inobjetable que estremeció a fanáticos y críticos.  Ellos lo hicieron todo para ganar.  Su average de bateo fue el mejor (264).  Sus corredores llegaron al Plato más veces que los de ningún otro club (178 anotadas) y también fueron los más efectivos en la producción de hits (358).  Los del tinajón además, empujaron un buen número de carreras (148), se robaron 64 bases, dispararon 47 dobles, 19 triples y recorrieron un total de 461 almohadillas.

El Champion Pitcher lo conquistó Raquel Antúnez, con fuerte oposición del escopetero camagüeyano Lino Donoso, quien, pese a terminar con cinco puntos más de diferencia sobre el lanzador del Matanzas, resultó inelegible para el liderazgo, porque no completó la tercera parte del total de innings jugados por su equipo.  Antúnez, que había comenzado en el circuito al servicio del Santa Clara, terminó además, por encima de Donoso en mayor cantidad de Juegos Lanzados y con un mejor Promedio de Carreras Limpias permitidas.

Por otra parte, el campeonato de bateo también fue muy discutido.  Luis Caballero, del Cerro, concluyó la contienda con un promedio de 397, pero al igual que Donoso, no compiló los episodios reglamentarios para aspirar a la corona de los toleteros.  Lorenzo “Chiquitín” Cabrera, con el Cienfuegos primero y el Regla después, se tituló en este departamento con honores magnánimos.

Un año después, el circuito parecía consolidarse al inaugurar su segunda campaña el 16 de mayo en el Gran Stadium del Cerro, pero el proyecto de una Liga de Verano no pudo sobrevivir otro campeonato y fracasó antes de tiempo por cuestiones económicas.

Estadísticas y resultados de la Liga Profesional de Verano

(Para conocer las nóminas de las ecuadras que participaron en la LPV pulsa en el enlace de cada equipo)

P	Equipos	JJ	JG	JP	E	AVE	DIF
1	Camagüey	41	25	14	2	641	–
2	Matanzas	42	23	19	0	548	2,5
3	Víbora	42	20	22	0	476	5,5
4	Regla	43	19	22	2	463	6
5	Vedado	43	19	23	1	452	6
6	Cerro	43	13	29	1	310	12
7	Cienfuegos	22	14	8	–	636	11,5
8	Santa Clara	21	12	9	–	571	13

LÍDERES INDIVIDUALES

BATEO
Categoría	Jugador	Equipo	Marca
Promedio	Lorenzo Cabrera	Cienfuegos-Regla	391
Anotadas	Lorenzo Cabrera	Cienfuegos-Regla	26
Sencillos
Dobles	José Jorge	Víbora	9
	Amado Ibañez	Camagüey	9
Triples	Lorenzo Cabrera	Cienfuegos-Regla	5
	Mario Arencibia	Santa Clara-Regla	5
Jonrones	Teodoro Oxamendi	Camagüey	2
	Pablo García	Camagüey	2
	Feliciano Castro	Cienfuegos-Víbora	2
Impulsadas	Teodoro Oxamendi	Camagüey	27
Robadas	Amado Ibañez	Camagüey	15
Boletos
Ponches
PITCHEO
Promedio	Plácido Bernal	Cienfuegos	1000 (5-0)
Efectividad	Raquel Antúnez	Santa Clara-Matanzas	1.74
J. Ganados
J. Perdidos
Entradas	Raquel Antúnez	Santa Clara-Matanzas	147.1
J. Lanzados	Raquel Antúnez	Santa Clara-Matanzas	19
J. Iniciados
J. Completos	Raquel Antúnez	Santa Clara-Matanzas	15
J. Relevados
J. Salvados
Blanqueadas
Ponches
Boletos