Nuevos uniformes, nuevos logos, nueva decepción

Por Rogério Manzano

7 de Noviembre de 2013

Pareciera que con Cuba y su Serie Nacional nunca me cansara de desilusionarme. Para los que, como yo, prestan un especial interés a lo simbólico, a lo heráldico en el baseball, quizás me comprendan mejor. Y que conste, no hablo del peor de los males de la pelota cubana actual, pero sí de unos de sus problemas subjetivos más acuciantes: la identidad visual.

Entiendo que es un tema donde cualquier controversia se puede atascar fácilmente entre las movedizas arenas de la percepción individual. Pero nunca deja de ser atractiva la necesidad de ofrecer una perspectiva crítica de un aspecto al que muchos ni siquiera le dan importancia, especialmente los directivos del deporte cubano.

A ver que, cuando parecía que, con todo lo dicho, la presente Serie Nacional tendría un radical cambio de concepto sobre este particular, la Comisión Nacional se nos baja con unos nuevos uniformes y logotipos para esta campaña 2013-14 que se prestan solos para comenzar otra vez el debate.

Empecemos por los distintivos, identificadores, emblemas, logotipos, imagotipo… o como quiera que deseen denominar a ese escudo representativo que portan los uniformes en la manga izquierda de la camisa y que en definitiva se usan para interpretar y reflejar de manera gráfica no solo las divisas y colores de cada club en cuestión, sino también algo tan intangible como los valores, la personalidad o el espíritu deportivo de todos sus integrantes.

Primero, reconocer y aplaudir el hecho de que se lograron ajustar en varios equipos el criterio sobrenombre-símbolo, es decir, ahora Sancti Spíritus ostenta un gallo en su blasón y no el puente del Yayabo, o La Isla muestran atributos típicos de la piratería en vez de aquel triste pinito.

De este modo, ya Guantánamo exhibe su indio ¿del Guaso?, Las Tunas el hacha de sus leñadores, Camagüey las astas de sus toros, Ciego de Ávila las garras del tigre (por más que se confundan con la cresta de la piña), Cienfuegos a su elefante y Artemisa la saeta de sus cazadores, además de los ya mencionados gallos y piratas.

Pero, ¿dónde están el alazán de Granma y el perro de Holguín? ¿Qué pasó con la identidad de Villa Clara y Pinar del Río… acaso se acabó la imaginación para llegar un poco más allá del inapetente centralito y la famélica hoja de tabaco? ¿Por qué no se renovó el obeso cocodrilo de Matanzas o el rarísimo huracán de Mayabeque? ¿Cuándo se definirá el legítimo símbolo del elenco que representa a la provincia de La Habana… o son los Leones, o son los Industriales? Y la avispa de Santiago… bien, gracias.

Ya sabemos que trabajar para el estado en Cuba también forma parte de la idiosincracia de la simulación, del tributo a la indolencia o del culto a la pereza, pero hay momentos en que las personas también precisan mostrarse respeto a sí mismas. Sin querer adentrarme en detalles específicos sobre los nuevos logotipos, me atrevo a calificarlos de muy mediocres, perfilados más para novenas de categoría infantil que para escuadras de una liga profesional. Sólo quiero ilustrar mis palabras con un ejemplo tomado al azar.

Piratas de la Isla, Serie Nacional de Béisbol
Piratas de La IslaFíjense bien en la propuesta cubana. A primera vista diríamos que no luce del todo mal por los elementos usados en su composición. Una pelota de béisbol transformada en el rostro de un pirata con los dos bates, a suerte de huesos o espadas, cruzados en su base y un tricornio para rematar el conjunto en su parte superior.

Pero, comparémoslo con dos logos de “equipos piratas” de otras ligas.

Piratas de Campeche, Liga Mexicana de Béisbol
Piratas de CampecheEn una idea similar (o sea, la cara del pirata es una bola de béisbol) el bucanero mexicano se nota visualmente superior al diseñado para el conjunto de La Isla. ¿Por qué? Pues, porque se genera acción, intención e impacto en ese emblema, algo que le falta al filibustero cubano. Este logo “me habla” de un equipo agresivo, belicoso, provocador, en el terreno… mientras que del otro no estoy seguro si se trata de una etiqueta para un pomo de veneno o de una señal de productos inflamables.

Piratas de Pittsburgh, Major League Baseball
Pittsburgh PiratesOtro concepto semejante, pero en estilo americano, sólo que aquí es un pirata con rostro humano, en cambio usa el mismo detalle de los bates cruzados. De igual modo que el mexicano, en este caso lo que se busca es reflejar la personalidad del equipo en esas expresivas facciones, cargadas de fiereza y coraje. Este es un logo con “carácter”, donde se nota, y se comunica, consonancia entre la misión y el espíritu de un equipo deportivo: competir para ganar. Además, no tiene detalles confusos, el conjunto está balanceado entre lo que algunos llaman logotipo (las letras) y el isotipo (generalmente la imagen), también es muy fácil de reconocer (que se trata de un pirata) y la composición, sin duda, logra impresionar a primera vista.

¿Y los uniformes…? Ah, sólo el detalle más chapucero para no abrumarlos con mucho teque: los 16 equipos de la 53 Serie Nacional tienen todos el mismo diseño de uniforme. La diferencia, si es que podemos llamarla así, radica en los colores.

A quien le interese, solo ponga en práctica el siguiente ejercicio haciendo click en las imágenes que a continuación les presento en estos enlaces:

Uniforme local de Villa Clara

Uniforme visitante de Matanzas

Uniforme local de Granma

Uniformes de Sancti Spíritus y Guantánamo

Uniforme local Camagüey

Primero estudien el detalle de las mangas. Todas están diseñadas de la misma manera, por demás casi el mismo boceto que se usa desde hace años. Observen ahora los ribetes de las chamarretas, tanto en el panel frontal como en las bocamangas, no tardarán en darse cuenta de que en todos los casos son idénticos.

Luego intercambien figurativamente los colores del resto del conjunto en cada uno, y llegarán a la conclusión de que la homogeneidad es sorprendente. Por supuesto, no incluyo la grafía en la parte frontal de las camisas, porque es obvio que varían de equipo en equipo.

En cuanto a los números en la espalda parece que sólo hay un único estilo para los diseñadores cubanos desde hace más de una década, pues se repiten una y otra vez y en estos “nuevos” uniformes tampoco se resisten a desaparecerlos.

Si todavía no se convencen de tanta torpeza, les sugiero que vean cualquier partido que transmita la TV cubana y comparen los trajes del equipo visitante y del equipo local del mismo modo que aquí. Les aseguro que el resultado será igual.

¿Algo positivo…? ¡Sí, finalmente desterraron para siempre los horribles pantalones de milicianos! El reglamento estipula sólo el uso del color gris en el caso de los visitadores y el blanco para los de home club.

No obstante, como en el resto de otros aspectos, la Serie Nacional cubana se sigue quedando muy por detrás de sus pares internacionales, y no sólo porque la cuestión económica los afecta, sino esencialmente porque tienen los dirigentes más ineptos, incompetentes, incapaces e inútiles del mundo.

One Response to Nuevos uniformes, nuevos logos, nueva decepción

  1. Tony says:

    Gracias, mil gracias Rogerio. Al fin alguien escribio sobre el desastre estetico que es la “nueva imagen” de la SNB. Ni mencionar el de SSP y los mismisimos IND. Que incompetencia los Higinio y compania. A ver si los blogs de la pelota se hacen eco de este articulo. Estan acabando con la pelota desde todos los angulos. Imaginate cuando los peloteros cubanos comparan vestimenta con los del resto del mundo. Por cierto que hasta continuan con el identificador chapucero de la SNB a pesar de que en tu blog un disenador les da una clase y ejemplos de como mejorarlos. Na pero ellos estan por encima de eso….ellos son los barbaros. El gatopardismo de las SNB. Hasta cuando Dios mio!

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